Amanda
Todd, adolescente canadiense de 15 años y víctima de bullying, se suicida hace
algunos días luego de haber publicado un mensaje desesperado por medio de un
video en Youtube.
No
existe demasiada información acerca de otros detalles ya que, probablemente con
un acertado criterio, no ha trascendido siquiera el método empleado para la
comisión del acto suicida.
A
pesar de ello, el caso llama la atención por una constante que se evidencia a
lo largo de la narración de una historia que la víctima expone en el video que
termina anticipando lo que fue el desenlace final. Esta constante son las
ausencias.
En
este video se cuenta una historia escrita que parece expresar lo inmodificable,
aquello que estará ahí para siempre, igual que la imagen distribuida por el
acosador y que, tal como dice más adelante, nunca podrá recuperar porque “está
ahí afuera para siempre”. La difusión de esta imagen desencadena diversos
trastornos entre los que se mencionan un estado de ansiedad, depresión mayor y
un trastorno con pánico.
Comienza
a consumir drogas y alcohol, comienza a cortarse, a aislarse, se producen
cambios de escuela, y ataques y humillaciones por parte de compañeros, como
consecuencia de los cuales dice haberse sentido “una broma en este mundo”.
Menciona por primera vez el deseo de muerte y un intento de suicidio por medio
de la ingesta de un blanqueador por lo que es internada durante dos días en el
hospital. Al regresar a su casa puede ver que en Facebook se decía que lo
merecía y que esperaban que estuviera muerta, la etiquetaban y posteaban
imágenes de Clorex, decían que debía tomar un blanqueador diferente para que
esta vez muriera.
Continúa
el aislamiento, se incrementan la ansiedad y la depresión y refiere cortarse en
forma constante, se pregunta por qué continúa todavía aquí y, encontrándose
medicada con antidepresivos y en tratamiento psicoterapéutico, recurre a una
sobredosis de medicación para un nuevo
intento suicida por el que queda internada durante dos días.
Señala
que no tiene a nadie, que necesita a alguien y que su nombre es Amanda Todd,
finalizando con tres imágenes: los cortes expuestos, luego cubiertos con una
venda en la que se lee “hope”, y por último el brazo sin cortes ni vendas en el
que se lee “stay strong”.
Decía
al comienzo que una constante son las ausencias. En todos los casos falta una
tercera instancia posibilitadora y no hay salida. El acosador se convierte en otro
omnipresente, con el que nadie puede. Los únicos intentos de encontrar una
salida posible parece ser el escape, los cambios de escuela y de ciudad, pero
él reaparece, está en todos lados y parece ser más que una persona.
El
abuso de sustancias probablemente funciona como un intento de automedicación.
No se trata de una adicta, no se busca el placer sino escapar de un
padecimiento y del displacer, pero nadie aparece en la escena otorgando una vía
de salida, haciendo posible un corte simbólico para que el mismo no se
produzca, de una forma tan recurrente como fallida, en lo real del cuerpo.
Nadie
apareció en la escena promoviendo la separación de una red social y de la
imagen.
Un
diagnóstico de depresión mayor, dos intentos de suicidio realizados con medios
potencialmente letales y un claro criterio de internación, pero nadie toma una
decisión necesaria y, al parecer, tampoco nadie ejerce vigilancia alguna sobre
la medicación ni es advertido sobre la posibilidad de que un paciente que
presenta una ideación suicida utilice los antidepresivos prescriptos para
llevar adelante un deseo de muerte. Tampoco nadie considera la posibilidad de
que en los inicios de un tratamiento se produzca un aumento del riesgo suicida
debido a que la inhibición psicomotora suele mejorar antes que el estado de
ánimo y la ideación depresiva.
Las
ausencias son significativas y empujan hacia otro escape que no es salida, pero
sí el último. Su mensaje dice “no tengo a nadie, necesito a alguien”, pero no
se refiere a nadie en especial, no se refiere a una persona, se refiere a una
función que le dé una salida posible para que no sea necesario escapar. La
convoca. Le dice su nombre. Llama a una terceridad.
Esta obra cuyo autor es Lic. Germán G.De Stéfano está bajo una licencia deReconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional de CreativeCommons.
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